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Elecciones en la Universidad de Valparaíso y el deber ético de los estudiantes


Que fue un error de digitación. Que existe más de un resultado oficial. Que el conteo de la carrera de auditoría estaba correcto. Que los apoderados se ausentaron. Así suman y siguen los argumentos esgrimidas por un lado y otro para denunciar hechos ocurridos en el proceso eleccionario 2011/2012 de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso (FEUV). Lo cierto es que las certezas en lo sucedido están lejos de aparecer.

Un proceso eleccionario, sea este gremial o no, debe cumplir con ciertos requisitos de carácter legal en su preparación, implementación y, por último, en el escrutinio y proclamación de los vencedores. Los comicios impulsados por la FEUV adolecen de un sin número de irregularidades que se han dejado ver con una innegable claridad, que ha provocado que los involucrados, tomen conocimiento cierto de ellos.

En efecto, los protagonistas han colocado en tela de juicio principios inspiradores y basales en el ejercicio e implementación de las elecciones en democracia, como lo son: La imparcialidad del órgano calificador de las elecciones, el carácter secreto, libre y personal del sufragio, la calificación de los votos, y la transparencia en el escrutinio, entre otros. En definitiva, pilares insoslayables para la conservación de un sistema político, que por definición, es aquel que permite al pueblo (en este caso estudiantes) intervención en el ejercicio del poder.

Estas denuncias no pueden calificarse como el llanto del bebé arrebatado de su chupete, o la exteriorización de la frustración y la impotencia, sino más bien, como la defensa de la democracia participativa como sistema político.

Ambos competidores, durante el transcurso de la elección, han denunciado irregularidades graves. Así, la lista A “Avancemos” denuncio suplantación de identidad en el ejercicio del sufragio y la lista B “Sembrar Nueva Federación”, falta de imparcialidad y transparencia en el escrutinio y calificación de los votos.

Existe, por tanto, el deber ético de todos aquellos que levantaron las alegorías ya indicadas de solicitar se develen los hechos en cuestión y así otorgar las certezas que válidamente reclaman los estudiantes.

No se trata sólo de quien ganó la elección, sino la forma cómo los estudiantes de la Universidad de Valparaíso cumplen con las reglas de la democracia.

Voto Voluntario: estratificación socioeconómica y participación.

Un estudio realizado por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica de Chile, en septiembre de 2011, entrega la documentación necesaria para concluir que la reforma que introduce la voluntariedad del voto en nuestro sistema solo agudiza el fenómeno de la estratificación socioeconómica de los votantes, genera el caldo de cultivo suficiente para la aparición de populismos individualistas y no soluciona el problema de la participación juvenil.

Este estudio, además, se hace cargo (desmiente) del argumento que indica que una reforma de esta envergadura solucionará el problema de falta de participación joven en nuestros escrutinios populares, además, de indicar el riesgo que corre nuestro sistema político con la introducción de una reforma de este tenor.

Veamos:

Hoy los menores de 30 años que no están inscritos en los registros electorales y los menores de 35 que sí lo están, se muestran como los más desinteresados por el sistema político y partidario y los que menor información política consumen[1]. Así mismo, un estudio de 2010 arroja que casi un 90% de los menor de 30 años no le interesa involucrarse en roles políticos en los próximos 5 años[2]. Siendo los jóvenes más pobres y más desinformados los que conforman éste grupo. Así mismo, el mayor porcentaje de menores de 30 años dispuestos a “vender” su voto son los pertenecientes al primer y segundo quintil[3]. De no ser obligatorio el voto, los más pobres no asistirán a votar y los más acomodados no verán alterada su conducta política.

Me dirán entonces: ¿acaso no es deber de los políticos encantar a ese porcentaje de jóvenes para que se interese y participe en política? Por cierto, pero el riesgo es grande. Nuestro sistema de partidos es un sistema conservador y tradicionalista que demora mucho en adecuarse a los cambios sociales, por tanto, antes de producir la renovación de rostros y programas el sistema puede caer en una deslegitimación importante. Además de lo anterior, sumemos que el deseo de conquistar a esa nueva masa de electores puede motivar a muchos a caer en un discurso facilista y populista, lo que debilitaría, aún más, la institucionalidad partidaria y política.

Por último. De no ser obligatorio el voto, y en consideración del desinterés que comulgan los menores de 30 años no inscritos y menores de 35 inscritos, el padrón electoral “convencido” de levantarse temprano un día domingo para sufragar, se reduce considerablemente. El efecto de la voluntariedad produciría un círculo vicioso donde los jóvenes de menores ingresos no participarían. Así mismo, en la Sexta Encuesta Nacional de la Juventud el 65% de los encuestados no inscritos muestra desinterés y desconfianza en la política. Nada indica por tanto, que de ser voluntario el voto mayor será la participación de los jóvenes.

Si el problema a superar el la baja participación de jóvenes en política y la falta de oxigenación del sistema, la inscripción automática y voto voluntario no es la solución. Pareciera ser que un sistema de inscripción automática y voto obligatorio se acerca mucho más.

Ahora bien, si el problema es la insuficiencia de nuestro sistema ninguna de ambas reformas, sin más, soluciona el problema.


[1] Fuente: LAPOP 2006, 2008, 2010

[2] Fuente LAPOP 2010

[3] Fuente LAPOP 2010

Primarias Abiertas: La promesa incumplida del Partido Socialista

En su vigésimo noveno congreso el Partido Socialista de Chile (PS) asume la elección de sus candidatos a Alcalde mediante el mecanismo de las primarias abiertas ciudadanas y vinculantes, indicando que estas se realizaran donde sea necesario. Así el PS asume un compromiso político-social y coloca la primera piedra que edificaría un nuevo trato de éste para con los ciudadanos. El elector no sólo votaría por las ofertas presentada por el partido, sino también por aquellos que quieren configurar esa oferta.

Pese a lo anterior, por resolución administrativa sólo se realizaran primarias en 10 comunas del país, no siendo Valparaíso una de ellas. Una vez emitida esta resolución se desató un conflicto, ya no solo administrativo sino también, político, al interior de la colectividad. Ricardo Bravo, ex Gobernador de la provincia de Valparaíso, no calificó para ser candidato a Alcalde de Valparaíso por no adjuntar suficientes cédulas de identidad a las firmas de apoyo. Su contrincante, Paula Quintana, ferviente y vehemente defensora de éste mecanismo para dirimir las candidaturas, se proclama candidata única del PS al minuto uno de dictada la resolución.

Las concecuencias de este conflicto se dejarán ver muy pronto. Por una parte, el PS verá proscritas sus posiblidades de ganar la alcaldía de Valparaíso, y por otra, se desatará (sino se desató ya) un incendio interno por la denuncia de conocimiento de información privilegiada.

En efecto, Paula Quintana encarna la alternativa “progresista” en la región alejándose del eje histórico de la Concertación (PS-PDC) lo que generara incomodidad en el Partido Demócrata Cristiano quien, sospecho, no ve con buenos ojos la candidatura de la ex Ministra. Sólo será posible conseguir la alcaldía de Valparaíso para la oposición si el PDC, el partido más grande de la comuna, está conforme con el diseño electoral.

Por último, Paula Quintana tomo conocimiento, antes que su contrincante, de las facilidades, consistente en una resolución que permitió el reemplazo de la fotocopia de carnet por la fotografía del mismo, que otorgaría el PS para la obtención de las cedulas de identidad. De no ser así ¿Cómo se explica que su equipo estuviera fotografiando cédulas de identidad por 45 días si el plazo que medía entre el conocimiento de la resolución y la entrega de las cédulas fue de 17 días?

No cabe duda que la ex Ministra tuvo información que la privilegio por sobre su competidor, y por cierto, no dudo un ápice en utilizarla.

Espero que este conflicto se resuelva como lo que es, un conflicto político, y se le diga a la ciudadanía que ellos significan para nosotros mucho más que un simple RUT.

El Tablero Porteño

Cuatro son los candidatos concertacionistas que han dicho ser la mejor carta para derrotar a Jorge Castro en las próximas elecciones municipales en la ciudad patrimonio de la humanidad: Ricardo Bravo (PS), ex Gobernador de la Provincia de Valparaíso, Absalón Opazo (PDC), Concejal de Valparaíso, Fernando Olmedo (PDC), Ex Seremi de Salud de Valparaíso y Paula Quintana (PS) ex Ministra de Planificación.

Así mismo, la Concertación ya alista sus piezas en el tablero nacional para enfrentar la próxima elección presidencial y (como consecuencia) se enfrasca en una reyerta sobre las predilecciones estratégicas de sus integrantes. Así, por un lado, el PS y el PDC han ratificado el eje histórico de la coalición afirmando que éste permite un acuerdo sostenido entre la izquierda y el centro político y un significativo caudal electoral, mientras que por otro, el PPD y el PRSD han apostado a iniciar una reformulación estratégica de la misma postulando una apertura hacia otros sectores del denominado mundo progresista.

Como producto de este debate político han emergido nuevas figuras que se visten como eventuales candidatos a la presidencia saliendo a disputar a Michelle Bachelet (PS) su carácter natural de presidenciable. En efecto, Ricardo Lagos Weber (PPD), Senador por la quinta costa, se instala en el tablero como el candidato presidencial del eje PPD-PRSD fustigando a la ex presidenta.

La disputa concertacionista por el Municipio de Valparaíso no se aleja de esta realidad, y ha develado la posición de las piezas locales en el tablero de la política nacional. Mientras que los candidatos demócrata cristianos no han manifestado públicamente su posición en este debate, sus contendores socialistas han dado señales en torno a éste.

El ex Gobernador ha instalado su nombre junto a la figura de la ex presidenta y ha manifestado en reiteradas ocasiones que una vez instalado en el sillón edilicio sus esfuerzos se concentraran en lograr que Michelle Bachelet vuelva a ser presidenta de Chile, como así mismo, ha tomado distancia de la figura de Lagos Weber y busca consolidar su cercanía con el Diputado por Valparaíso Aldo Cornejo (DC) manteniendo y cultivando el eje PS-PDC. A Ricardo Bravo el ciudadano lo reconoce como un conocido de la política porteña y un eficiente solucionador de problemas, sus 4 años al mando de la Gobernación Provincial le permitieron cultivar un perfil público y ciudadano que tiene un fuerte arraigo en los cerros de Valparaíso.

Los esfuerzos del ex Gobernador se han concentrado, entre otros, en potenciar los consensos que genera con el centro político y, por cierto, su lealtad a la ex Presidenta Michelle Bachelet.

Por su parte, la ex Ministra ha explotado su pasado como titular de Planificación de la ex presidenta y se enviste, en su calidad de ex militante del MIR, como la candidata de la izquierda (porteña) más tradicional, así mismo, dentro de sus adherentes se encuentran ex simpatizantes de Jorge Arrate y Marco Enriquez Ominami, además ha recibido el apoyo público de los militantes PPD: el Senador Lagos Weber y el Diputado por Viña del Mar Rodrigo González, ambos defensores del eje PPD-PRSD.

Según los movimientos que han realizado los caudillos locales, vale preguntarse: ¿se inclinará, la ex ministra, por Michelle Bachelet a la hora de definir el candidato único de la oposición?, ¿Cuáles son los reales alcances de ser ella la carta municipal del eje PPD-PRSD? La posición de la candidata socialista es compleja, su cercanía con la izquierda más “dura” y su calidad de ex MIR puede generar incomodidad en algunos sectores y dificultar las confianzas que debe construir con el PDC para ser la próxima alcaldesa de Valparaíso.

Las piezas se encuentras listas y en posición, no deberemos esperar tanto para empezar a observar cuales serán los movimientos de los candidatos locales frente a un diseño nacional.


Artículo publicado en www.politicaaltoque.cl

Primarias Abiertas: el inicio del fin

Muchos han rasgado vestiduras buscando causales sobre la escasa representación de los partidos políticos, y el sistema institucional de representación, en la sociedad chilena. No han sido tímidos en sus postulados y han identificado el motivo del problema, tanto en hechos de índole estructural, como de índole política. Así algunos han incluso expresado que la poca representación ciudadana de los Partidos Políticos pasa por la anacrónica organización de los mismos, lo que sin duda, lanza al tacho de la basura casi dos siglos de teoría partidaria. El llamado es a no ser simplista e irresponsable con los dichos, sino a hacerse cargo de los mismos.

El proceso de baja representación, arriba descrito, no es más que la causa del natural proceso de crisis por el que pasan las organizaciones de representación política a lo largo de su existencia ¿como olvidar la escoba de Carlos Ibañez del Campo? Una situación como la aquí descrita no es nueva en la historia republicana de nuestro país y el mundo, por tanto, yo resto dramatismo a la crisis de representación y descarto que esta sea de carácter estructural y permanente.

La pregunta que debemos hacernos es: de que manera apresuramos la superación de la crisis de representatividad. A mi parecer, la respuesta es la siguiente: adaptándose, los partidos políticos, en sus programas, relatos y decisiones, a las nuevas formas de representación y participación demandadas por la ciudadanía. Por tanto, debemos avanzar en el aumento del protagonismo ciudadano en la decisiones estatales. Esto no pasa por terminar con el monopolio sobre las decisiones de asuntos públicos que hoy detentan los partidos (de otra manera sería avanzar hacia el anarquismo), sino en disminuir las materias que son motivo de este monopolio.

Así la ciudadanía debiera elegir a sus autoridades políticas regionales, tener iniciativa de ley y poder elegir a los candidatos de los conglomerados políticos a los que se siente afín.

Es inevitable concluir que las primarias abiertas ayudarán, significativamente, a superar la crisis de representatividad que adolece nuestra sistema. Por tanto, éstas asoman como un imperativo que el sistema y los partidos debe catalogar como ético. Si asumimos que el ciudadano puede agruparse con el fin de presentar proyectos de ley al parlamento y elegir a los candidatos que se presentarán a los principales cargos de representación popular, debemos concluir que su descontento con el sistema político será menor, y por tanto, también con los partidos políticos que son miembros del mismo.

Diferencio las primarias a que hago mención con la intromisión, que pretenden algunos, haga la ciudadanía en las decisiones internas de los partidos políticos, mediante las primarias abiertas y vinculantes para elecciones intra-partido. En efecto, no tengo por objeto motivar ni menos argumentar a favor del reemplazo de las instancias de decisión partidarias por unas de decisión ciudadana. El reemplazo implicaría una desnaturalización de aquellas al punto de hacerse prescindibles las colectividades partidarias. Además de lo anterior, propenderíamos a la permeabilidad de la estructura partidaria e indisciplina y desorden programático y electoral. Esto último toda vez que el candidato deberá obediencia a una instancia extra-partido

Para que las primarias abiertas sean virtuosas a los partidos políticos, y al sisyema todo, estas deben pronunciarse sobre asuntos de conglomerados políticos.

Es indudable que las primarias significan un acercamiento directo a los ciudadanos, un mecanismo de transparencia partidaria y un instrumento para oxigenar este sistema político, pero no son un fin en si mismas, el resto del trabajo depende de la voluntad que tengamos todos los miembros de este vilipendiado, pero necesario sistema.


"Debemos ser caparces de influir en el Debate Político que se Aproxima"


“El movimiento estudiantil debe tener la madurez suficiente, para avanzar hacia una plataforma política de trabajo amplio y permanente”.

La multitudinaria manifestación del pasado jueves 14 de julio, junto a las anteriores movilizaciones, no sólo devela el carácter social y ciudadano del movimiento estudiantil y sus demandas, sino también su legitimidad y validez ante la ciudadanía.

A esta multitudinaria, social y legitima movilización, el Gobierno ha respondido con una propuesta denominada Gran Acuerdo Nacional por la Educación (GANE).

Dicha iniciativa es insuficiente e incompleta, por cuanto, entre otras cosas, no da cuenta ni propone solución a la crisis estructural que adolece la Educación Pública, ni señala desde donde se obtiene la suma de cuatro mil millones de dólares.

La inevitable traducción del G.A.N.E en diversos proyectos de ley, hace necesario entablar un diálogo importante con el Parlamento, de manera, que en este escenario debemos ser capaces de influir en el debate político que se aproxima.

Por tanto, el movimiento estudiantil debe tener la madurez suficiente para avanzar hacia una plataforma política de trabajo amplia y permanente.

Las demandas sociales encarnadas en el movimiento estudiantil deben buscar su satisfacción en una mesa de trabajo, que incluya necesariamente al Colegio de Profesores, parlamentarios y rectores, entre otros actores sociales, dado que el Gobierno ha demostrado que no entrega garantías suficientes para dar solución a los problemas y demandas planteadas por los estudiantes de Chile.

Dirección Nacional de Educación Superior
Secretaria Nacional de Educación
Juventud Socialista de Chile



Link original http://jschile.cl/?p=851

Movilizaciones Estudiantiles: Confederación de Estudiantes de Chile y el Segundo Semestre

Cuarenta liceos tomados a lo largo del país y se espera que este lunes, 13 de junio, se sumen cuarenta más[1], todas las universidades del Consejo de Rectores se encuentran en condición de movilización, desde paros a tomas indefinidas, llamado de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios y la Federación de Metropolitana de Estudiantes Secuandarios a movilizaciones para el día lunes[2] y llamado a paro del Colegio de Profesores (al cual adhiere la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile) para el 16 de este mes. Agitado y difícil es el escenario político que vive el Gobierno de Sebastián Piñera.

El Ministro de Educación, Joaquín Lavín, ha sido emplazado a dar respuesta a las demandas educacionales emitidas desde la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) siendo expuesto a la opinión pública, como correlato del movimiento estudiantil y de su obtusa postura mediática el área educacional ha desciendo 16 puntos porcentuales en la última encuesta Adimarck. Las respuestas del Ministro se han reducido a dos misivas[3], que más que respuestas concretas y una manifestación de voluntad política de avanzar en la solución del conflicto, han sido solo una promulgación de buenas intenciones que no han satisfecho en absoluto las demandas de los dirigentes estudiantiles.

Por su parte, Rectores de las Universidades Tradicionales han manifestado su apoyo a las demandas estudiantiles dando fuertes señales políticas. El Rector de la Universidad de Santiago y presidente del Consorcio de Universidades Estatales, Juan Manuel Zolezzi, ha manifestado su apoyo a los estudiantes[4], más aún, las señales han sido evidentes: él y otros Rectores de Universidades Estatales han marchado por las calles de nuestro país acompañando a dirigentes de la CONFECH.

Las movilizaciones convocadas por la Confederación se iniciaron desde la última semana de abril a la fecha, aglomerando a estudiantes a lo largo de todo Chile, este tráfico de estudiantes por las calles ha ido en ascenso existiendo hoy alrededor de 9 Universidades (incluyendo sedes y campus) en toma. Este ascenso no deja de ser preocupante, por cuanto, las intempestivas tomas pueden traer como, principales, consecuencia el desgaste apresurado de los estudiantes y el traslado del adversario político desde el Gobierno a los Rectores. Así por ejemplo, vemos como el debate en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha confrontado a sus dirigentes estudiantiles con su Rector, colocando en segundo plano la lucha central frente al Gobierno.

Las eventuales complacencias a la demandas del CONFECH se deberán plasmar en acuerdos políticos manifestadas en ley de la República, así por ejemplo, el aumento del Gasto público en Educación Superior o el Fondo de Revitalización de las Universidades Estatales, deberá ser objeto de una discusión parlamentaria, en efecto, el aumento del gasto púbico debe ser incorporado en la ley de presupuesto del año 2012.

Aún más, el Gobierno en el Mensaje Presidencial del 21 de mayo, anunció el ingreso para el segundo semestre de este año tres proyectos de ley: Subsecretaría de Educación Superior, aumento del Aporte Fiscal Indirecto y su entrega directa a los estudiantes y reprogramación de las deudas del Fondo Solidario.

El inevitable degaste del movimiento estudiantil originado en la apresurada radicalización del mismo, produce la insoslayable sospecha de inexistencia de fuerza movilizante para el segundo semestre (finales del segundo semestre), tiempo en que se llevará a cabo la mencionada discusión parlamentaria.

Es necesario contar con el apoyo político de los Rectores de nuestras Universidades y de capacidad de aglomeración para así producir la presión necesaria, y en consecuencia, que nuestras demandas se traduzcan en resultados palpables y medibles. La movilización debe continuar durante todo el año manteniendo una perspectiva nacional, de unidad y ampliación incluyendo a docentes funcionarios y secundarios e incluso generando puentes de diálogo con los estudiante de Instituciones Superiores privadas, por cuanto, la interlocución estudiantes-Gobierno se trasladará indefectiblemente a una interlocución Gobierno-Parlamento y debemos tener la fuerza necesaría para ser actor relevante en este nuevo escenario.


[1] http://bit.ly/k5g10V

[2] Ídem

[3] La primera con fecha tres de octubre y la segunda con fecha seis del mismo mes.

Palabras

Con melancolía escribo estas palabras. ¡Sí!
Con aquella que es inmanente a las noches de Junio, con recelo las reitero, por cuanto y en cuanto, camino sobre mis pasos, las vuelvo a construir y difícilmente serán las mismas.

A pesar de su interminable zanganeo por el pliego de la vida, continúan siendo palabras: Montículos de afirmaciones a veces cuestionables, ligeras, invisibles, robustas e inicuas. Muchas veces escasas al punto que la mirada y los ademanes toman su lugar quedando las palabras relegadas a una expresión vacía.

Que ganas que ellas se multiplicaran cuando son escasas en nuestros relatos, pero ellas no siempre contestan a nuestros llamados, es más, su autoridad es tan incuestionable que al ser suplantadas reclaman su privilegiado lugar y se auto declaran indiscutibles e insustituibles.

A pesar de su autoridad las palabras deciden esfumarse, desaparecer sin despedida alguna en los momentos que frente a nuestra existencia se presenta aquella persona, que tememos, las pueda controlar.

Sin siquiera darnos cuenta tú hermosa y verdadera, influyes, las controlas y dominas. Sesgadas se encuentran por tu presencia y dominación. Cuesta que se escapen de mi boca, dificultoso es articularlas en mi mente, es más, siquiera puedo pensar en pronunciar alguna que sea diferente a tú nombre.

Después de la existencia las palabras son solo formas cuyo contorno y relleno está controlado por el pensar irracional y dirigidas por el sentimiento fresco y transparente.

Mis palabras dibujadas sobre ese folio se revelaron desde que las empecé a escribir pensando en ti.

Estado de Decepción

EL viernes 11 del presente mes, donde la noche ya tomaba lugar y la comunidad esperaba con desasosiego las consecuencias criollas del lamentable terremoto japonés, nuestro Intendente, Raúl Celis, asume el rol de cándido guardián y anuncia a toda la población lo siguiente: “básicamente se trata que hace pocos minutos fue dictado estado de excepción lo que significa que pasa a tomar el control la autoridad militar en materia de seguridad…” Desde ese momento comenzaron los problemas políticos y jurídicos para el Gobierno Regional y también central.

La Ley no resiste interpretación en este sentido, no hay tenor literal (en la ley) que permita a un Intendente decretar una medida de tal envergadura. Lo más próximo (si el rigor jurídico me permite utilizar la frase “más próximo) a una “medida de excepción” decretable por un Intendente se encuentra en la Ley Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional. Esta ley autoriza al Intendente a requerir el auxilio de la fuerza pública. Ahora bien, nuestra Constitución nos indica que la fuerza pública está conformada por Carabineros e Investigaciones, en ninguna medida por la autoridad militar.

Continuemos. En la misma ley orgánica antes mencionada, se autoriza al Intendente a “tomar todas las medidas necesarias para prevenir y enfrentar situaciones de emergencia o catástrofe”. Si la “situación de catástrofe” que vivía nuestra región, ese día viernes 11 en la noche, ameritaba tomas las medidas necesarias para que nuestros silentes habitantes “volvieran a la normalidad”, trasladando la seguridad pública desde carabineros e investigaciones a la autoridad militar, requería de otra serie de formalidades legales que nuestro cándido guardián soslayo. En efecto, nuestra Constitución es clara en indicar que los estados de excepción son aquellos, entre otros, los que “afectan gravemente el desenvolvimiento de las instituciones del estado” y que “es facultad del Presidente de la República su declaración”.

Raúl Celis actuó al margen de la ley de la República atribuyéndose facultades que no detenta, así mismo, demostró una descoordinación política entre el Ministerio del Interior, que sale más tarde públicamente a desmentir la medida, y el gobierno regional. El gobierno de Sebastián Piñera, en la antípoda de la reacción que tuvo la concertación en el 27F se sobreexcito en tratar de demostrar que su gobierno es más eficiente y eficaz, y que sin duda, no titubeara en ordenar a las Fuerzas Armadas que resguarden el “orden nacional”.

Brújula Joven y Universitaria

Comienza el 2011 y los imperativos políticos no pueden seguir esperando es alarmante y extremadamente preocupante que la agenda progresista este en mora, más aun, en momentos en que el gobierno anuncia que será este el año de las reformas estructurales. Siete reformas que buscan profundizar el modelo de mercado en instalar una sociedad solidificada en la concepción de la eficiencia mercantil y orientada en la despolitización de la misma. Para la muestra un botón, en materia de Aseguradora de Fondos Previsionales (AFP) el gobierno centra la discusión en una “reforma” complaciente al modelo económico, donde no presenta una alternativa con un rol preponderante del estado en la administración de los fondos previsionales. En este orden, ni siquiera pensar en la AFP estatal.

En materia Educacional, donde quiero referirme más en extenso, los cambios fueron cuantitativos y cualitativos en el nivel secundario, y se avizoran reformas importantes para el nivel superior.

Así en materia de Educación Secundaria, fuimos testigos de la implementación de los Colegios Bicentenario cuyo rol social se encuentra sumamente cuestionado; el envío al Congreso de la ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación la cual sufrió modificaciones promovidas por parlamentarios de la concertación; la Ley que implementara la Prueba inicia y la Ley sobre Calidad y Equidad de la Educación (“la gran reforma a la educación”). Esta última, realizada a espaldas de los gremios involucrados y cuyo proyecto fue enviado con carácter de urgente con la evidente intención de ser aprobado durante los meses estivales (diciembre-enero) y así evitar las manifestaciones estudiantiles durante el mes de marzo, y que acarreó además, la imposibilidad del parlamento de dar una discusión apropiada por la urgencia que reviste el proyecto.

En materia de Educación Superior las medidas anunciadas a mediados del año pasado por parte del gobierno, mediante el jefe de la División de Educación Superior del MINEDUC, Juan José Ugarte, tenían por objeto modificar sustancialmente la institucionalidad, financiamiento y sistema de créditos de esta. Todo esto con la clara intención de dar un tratamiento uniforme a los 60 planteles de Educación Superior existentes en Chile, sin considerar las diferencias estructurales y la ausencia de un carácter público en la mayoría de ellas. Y más aun, sin considerar la alegoría, de las Universidades Publico Tradicionales, por un mejor y nuevo trato.

Sobre los cambios que necesita la Educación Superior mucho se ha dicho y de lo ya dicho casi nada nuevo, hasta el punto del hastío, y más aún, poco se ha profundizado.

Para iniciar la reflexión, no puedo dejar de mencionar el freno provocado por el movimiento estudiantil a las reformas anunciadas por el MINEDUC. En las prioridades del año pasado no estuvo la Educación Superior y el insoslayable cambio de agenda trasladará esta discusión al presente año. El gobierno ya cuenta con una oferta que realizar al país y la envergadura de la misma no debe dejarnos ensimismados ni perplejos, por el contrario, debe encender todas las alertas y preparar la artillería para hacerle frente. Pero es acá donde debemos hacer correcciones al tradicional libreto de acción y reacción, el gobierno propone nosotros nos movilizamos. Debemos presentar un paquete de medidas de cambio tanto estructurales como de funcionamiento, además, de cambiar el foco de discusión desde el mercado a lo público, desde la eficiencia a la calidad, desde el corporativismo a la participación. Así:

Sostener al Estado como garante real de la Educación Superior Pública y regulador de su mercado privado. El rol del Estado respecto de sus universidades debe ser consistente, si este se enriquece con la productividad del capital profesional debe encargarse de sostener, económica y académicamente, su formación. Las universidades estatales son activos públicos que pertenecen a toda la sociedad y deben ser protegidas y sostenidas por el Estado para el cabal cumplimiento de su rol social. La protección del sistema público implica, necesariamente, la regulación de la oferta privada su creación e implementación.

Empoderar al estudiante en su carácter de miembro de una comunidad universitaria heterogénea y compleja. El estamento estudiantil, esencial e históricamente, ha sido el parlante amplificador sostenido y crítico al estatus quo. Luego de las reformas del ochenta y uno se procedió a colocar al estudiante como un consumidor al interior de un mercado competitivo, donde él paga por un insumo: La Educación. Hoy su conformación es estamental al interior de una comunidad, con un rol institucional y un carácter fiscalizador y programador.

Fortalecimiento de las universidades regionales. El desarrollo del país y sus regiones, la investigación, ciencia y tecnología, está promovido principalmente por las universidades produciendo así aportes significativos al progreso nacional. Las universidades regionales producen una identificación entre esta y su región generando un fuerte nexo cultural y de identidad. La oferta educacional en las regiones del país debe ser de la más alta calidad y excelencia, el Estado debe sostener el mantenimiento y crecimiento de las mismas implementando, si es necesario, asignaciones especiales. El desarrollo de nuestras regiones pasa porque el estado tenga la capacidad de generar una oferta de alta excelencia y calidad.

Financiamiento proveniente de aportes del Estado y no de las familias. Quizás la más emblemática de las demandas estudiantiles, su propósito es fuertemente revolucionario un cambio en este sentido generaría una nueva Educación Superior. Fortalecimiento de la oferta educacional por sobre el subsidio a la demanda de la misma, lo que podría traer como consecuencia una reducción de los aranceles (de los más altos en Latinoamérica), aumento del Aporte Fiscal Directo y eliminación del Aporte Fiscal Indirecto basados en criterios competitivos y sin contenido público, son las principales demandas en este sentido.

La defensa de la Educación Pública debe mantenerse intacta y perenne, nuestro deber es inyectarle vitalidad al movimiento estudiantil y la unidad de las fuerzas políticas opositoras, un deber imperativo.

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