A nadie le es desconocida la importancia y rol que tiene el movimiento estudiantil, su capacidad de movilización y posición de fuerza, la cual es mayor a la del resto de las organizaciones juveniles, lo que tiene como consecuencia una importante capacidad de acción. Más aún, para los socialistas (en general para las fuerzas de las juventudes políticas democráticas) es un movimiento que pretendemos conducir y monopolizar para así hacer frente a la acometida privatizadora del gobierno y avanzar hacia la necesaria reforma de la Educación Superior.
El año que ya se marcha fue el año de los anuncios en materia de reformas educacionales. Así, fuimos testigos en materia de educación secundaria de la implementación de los Colegios Bicentenario cuyo rol social se encuentra sumamente cuestionado; El envió al Congreso de la ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación; La ley que implementara la Prueba inicia y la Ley sobre Calidad y Equidad de la Educación (“la gran reforma a la educación”).
En materia de Educación Superior las medidas anunciadas a mediados de año por parte del gobierno, mediante el jefe de la División de Educación Superior del MINEDUC, Juan José Ugarte, tenían por objeto modificar sustancialmente la institucionalidad, financiamiento y sistema de créditos. Todo esto con la clara intención de dar un tratamiento uniforme a los 60 planteles de Educación Superior existentes en chile, sin considerar las diferencias estructurales y la ausencia de un carácter publico en la mayoría de ellas. Y más aun sin considerar la alegoría, de las Universidades Publico Tradicionales, por un mejor y nuevo trato.
Lamentablemente el Movimiento Estudiantil no tuvo la capacidad de hacer frente a la arremetida educacional del gobierno y las leyes arriba mencionadas ya se encuentran en tramitación parlamentaria, y algunas de ellas, con el carácter de suma urgencia. Y si bien la reforma a la educación superior no fue implementada, el gobierno mediante la Ley de Presupuesto 2011 permitió que las Universidades privadas pudieran acceder a los fondos de desarrollo institucional en materia de infraestructura, el financiamiento total de las carreras de pedagogía, entre otros. Lo que se traduce en la entrega de fondos públicos a instituciones de carácter fuertemente privado.
Como nos podremos dar cuenta, el gobierno acometió sobre la educación pública y lo seguirá haciendo en los años venideros. ¿Qué debemos hacer? ¿Como debemos reaccionar los socialistas? ¿Cuáles serán nuestros pilares fundamentales para evitar la privatización de la educación y lograr la deseada reforma?
La Dirección Nacional de Educación Superior (DENESUP) es la unidad auxiliar, por excelencia, encargada de generar las políticas educacionales de carácter programático-electoral para la Juventud Socialista Universitaria (*). Esta tiene el deber de hacer frente, en este caso, a las propuestas privatizadoras del gobierno actual.
Para lo anterior la DENESUP ha realizado tres acciones principalmente. La primera de ellas es la difusión de las problemáticas Político-Estudiantiles, y en este caso, el presupuesto 2011, mediante la modalidad de foros educacionales, el primero se realizo en Copiapó, el segundo en Santiago y el tercero esta siendo gestionado para enero próximo en la ciudad de Temuco o Puerto Montt. La segunda ha sido las elecciones Federativas a lo largo de Chile, hemos realizado un trabajo de coperación y coordinación con los núcleos socialistas universitarios en sus respectivas universidades, y por último, identificar como necesidad prioritaria la adopción de contenidos programáticos para el Frente Universitario Socialista, mediante lineamientos suficientes para avanzar hacia una reforma profunda de la Educación Superior.
Esto último, como ya esta dicho, es de suma urgencia por cuanto nuestro Frente Universitario necesita avanzar en la adopción de banderas de lucha propias, claras, homogéneas y nacionales, para de esa manera, insertarse adecuada y completamente en la política universitaria y no sólo ser una alternativa electoral reaccionaria a los escenarios políticos coyunturales, sino una alternativa programática y de carácter revolucionario.
Lo anterior no es fácil, toda vez, que nuestra realidad demuestra un frente inorgánico, desorganizado, lento, diseminado, con poco compromiso y carente de contenido. Los últimos años nuestros esfuerzos se canalizaron en dar respaldo político a las propuestas emanadas desde el gobierno y se descuido la organización del mentado frente.
A nuestro entender la solución no es inmediata y la revitalización del Movimiento Estudiantil no pasa por la sola voluntariedad de nuestros compañeros, sino por un proceso lato y profundo de reidentificación de nuestra identidad; de discusión y análisis; de criticas y propuestas y por sobre todo de creación y movilización.
El primer apronte para dar cumplimiento a esta ingente empresa es la realización del Encuentro Nacional de Educación Superior.
Gustavo A Gómez
Encargado Dirección Nacional de Educación Superior
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